de: Vivianne Alegret
De Tin ¿has oído hablar
cuándo este señor tenía?
pues parece que valía
y se podía tratar.
Pero le empezó a faltar
la plata y se le acabó
así muy sólo quedó
en su vida sin dinero
como un perro callejero
y nadie más lo trató.
Si tenemos abundante
salud y mucho dinero,
es un decir muy certero
un amigo, a cada instante.
No faltará quien galante
te envíe cestas de flores,
no te faltaran amores,
familiares que te quieran
conocidos que quisieran
saber de tus sinsabores.
Pero si de pronto un día
tu salud que es lo primero
se te acaba y el dinero
de tu banca se vacía.
Se fue toda tu alegría
se fueron los que apreciabas,
los seres que tanto amabas,
y si te quedan al fin,
veras que tú como Tin
valías... cuando tú dabas.