Esta tarde de domingo
dejando correr mi vista
voy hojeando la revista
De un sueño que no distingo
por el acento del gringo
que a mi español lo agazapa
esta tarde a mi me tapa
o lástima mi nobleza
porque opaca la belleza
y el perfume se destapa.
En la revista no estás
tierra amada tan traviesa.
y tu lejanía pesa
cuando uno te deja atrás.
Es como un portal que vas
abriendo dentro del pecho
es ir hurgando derecho
entre cajón y papeles
para ver si en anaqueles
vuelvo a empatar lo deshecho.
Domingo de sensaciones
de tardes, melancolías
inquietas las fantasías
Que escondes por tus rincones.
vecinos, calles, balcones
rejas mustias, ventanales
murmullo por los umbrales
saludos, mano extendidas
piden y dan socorridas
sin preguntar cuanto vales.
Es domingo ya lo sé
hay que limpiar los zapatos
y pasar los buenos ratos
con María o con José.
La tarde no sé porque
dominical es de brisa
es vestido, la camisa
el trajecito del niño
la batica del cariño
e ir mostrando la sonrisa.
Esa es la tarde cubana
donde el domingo no es triste
porque dolor se reviste
ante la angustia malsana.
Allí donde no hay campana
que repique sin amor
a menos hay un calor
humano entre gente y gente
para esperar impaciente
la libertad y el honor.
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