por las calles de La Habana
sin temor en la mañana
al mundo su ejemplo dan.
No están mendigando el pan
que merecen ciudadanos
van mas allá de los sanos
ejemplos de patriotismo
respeto sin egoísmo
por los derechos humanos.
Vestidas de blanco si
de la cabeza hasta el alma
se empinan como la palma
amparadas por Martí.
Cargan tristezas allí
por sus seres más queridos
por todos los detenidos
con respeto y dignidad
anhelan la libertad
y que sean bendecidos.